top of page

Reencontrándome


rompiendo cadenas

"Cuando fuí lo que los demás quisieron que fuera y no me veía, no me escuchaba, no me reconocía... decidí ser feliz y hacer lo que amo." Swami Upaya


Siempre fui obediente, desde pequeña me enseñaron eso, a respetar a los mayores y hacer lo que te piden, eso hacían las niñas educadas. Conforme crecía seguía siendo obediente, no reconozco mi niñez como la mejor, quizá solo recuerdo los momentos malos: cambiarme de casa, amigos y escuela cada dos años, estar sola porque mis papás trabajaban, vivir con mis abuelos, etc. Recuerdo una vez estando en 2º de primaria que estábamos ensayando en el patio y la maestra se fue dando la indicación de que no nos moviéramos de nuestro lugar, era tan obediente que me hice pipí.


Fui creciendo y mi obediencia permanecía junto al querer pertenecer a una esfera en la que no encajaba, cumplir expectativas sociales, cerrarme a posibilidades por miedo, estar absolutamente envuelta en ego, y una lista de muchas otras cosas que me fueron transformando en una persona gris, miedosa, tímida, y con mucho ego.


Siempre esperé un cambio en mi vida, algo que me hiciera sentir tranquila, feliz, en armonía... quizá un milagro, una transformación sin esfuerzo ni dolor, pero no encontraba nada, o más bien no me comprometía conmigo misma, estaba "cómoda" sin reconocerme y verme al espejo, por miedo a ver algo que no me gustara y porque era más fácil que los demás eligieran por mi, así no me hacia responsable.


En 2014 en un momento complicado de mi vida en donde dejé de fingir algo que no era, llegó a mi vida mi maestro espiritual Anand Keerti quién lo primero que hizo fue ponerme un espejo frente a mi para hablarme y reconocerme; fué duro, pero liberador; empecé a meditar y tomé una maestría en desarrollo de la conciencia, el cual reconozco que me apoyó a conocerme a fondo; saber porque hacía lo que hacía; qué realmente era mío y qué era heredado por familia, maestros, amigos, sociedad; observar mis pensamientos; sentimientos, limpiarme de todo lo que me estorbaba para ser plenamente Patricia. Realmente fué un viaje por momentos dolorosos, por momentos complicados, de amor, alegría, compasión, enojo, tristeza, pero sobre todo de un profundo amor hacia mi, elegir perdonarme y perdonar,vivir en integridad y en libertad.


Hoy a casi un año de haber terminado la maestría puedo voltear y reconocer mi avance, mi estilo de vida totalmente diferente, la manera en que puedo fluir con lo que llega a mi vida, el tiempo que me doy y le doy a mi pequeño hijo, reconozco que estos casi tres años de trabajar en mi, me apoyaron en absoluto a reencontrar mi luz, mi amor, mi gratitud y compasión.

Esta es mi experiencia de una parte de mi vida, la parte en la que aprendo a hacerme responsable de mi vida a través del amor, confianza e integridad.


Gracias gracias gracias...


Si en algún momento te has sentido así, gris, enojada, cansada o tienes una historia nos encantaría leerte, déjanos un comentario, una historia, una experiencia.

Namaste



Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2017 by UPÃYA. Proudly created with Wix.com

bottom of page